
Cristina Galeote (Antequera 1976) , insaciable trabajadora , licenciada en Bellas, artescontinua su formación con infinidad de cursos de arte contemporáneo entre ellos los de dibujo del CAAC y aquellos que le permiten aportar nuevas ideas, información y sabiduría para completar su tesis, en la cual eta trabajando desde 2005 , merecedora de premios a nivel nacional del nivel del ofertado por Focus Abengoa, participando en exposiciones y ferias nacionales e internacionales y realizando exposiciones individuales tales como “Gritando a la luna”, “Antes de todo”, ”Desert”, “Ideari Diari” en los últimos años.
Se ha presentado a sí misma con una fotografía en blanco y negro con una olla exprés en sus manos, mirando fijamente al espectador. Ésta fotografía es sin duda la mayor de las biografías de la artista antequerana. Una olla a presión, abrazada de fuego y fuerza, que espera impasible un momento. Todo está listo, todos preparados, la imagen congelada. ¿Qué pasará? ¿Quién sufrirá? Sin duda no hay pasión sin dolor, y si la obra de cristina despierta pasión es porque su lucha es contra el dolor así lo cuenta la propia artista “…fue entonces cuando me adentre de nuevo en aquel quirófano. Sus paredes de un pálido azul casi gris me hicieron sentir otra vez; no lo pude evitar…Es el automatismo lo que me hace querer tocarlo, pretendiendo olfatear su vida, esa que alivia mi herida”
Si Cristina Galeote volviera a renacer se llamaría KOBA (indomable en ruso) Cortar-curar No cabe duda de que este es el camino arteterapeutico que día a día recorre la magnífica pintora de Antequera que desde que estudiara en la facultad de Bellas Artes de Sevilla tomara como residencia esta ciudad del sur. Sur, si una cosa está clara, es que el sur forma parte de la obra de Galeote, su fuerza, su luz, y composición nos evoca esa búsqueda del drama a plena luz del día cuando la sangre es mas roja que nunca(si fuera en el norte todo sería de otro color).En palabras de la artista encontramos una desilusión provocada por el espectador pasivo que con su actitud fundamentada en “una asepsia emocional, inodoro o de sabor sombrío de color” que se encuentra totalmente desubicado en una sociedad llena de prejuicios y que se está desmoronando en su devenir a causa de normas establecidas que no se corresponde con nuevas realidades. En este espacio temporal en el que nos encontramos Galeote se encuentra preparada, su cuartel son espacios invencibles, tiene pisos francos desde donde lanza su guerrilla girl como artista clandestina de la causa pero que florece a la de ya cuando sus obras desfilan por ferias, certámenes y exposiciones por toda la geografía posible.
Cristina en esa búsqueda de la verdad absoluta, de lo puro y bello, de lo autentico no duda en cortar con su bisturí la realidad, inundada de pasividad, impregnada de melancolía absurda con el nihilismo conquistador y colonizador de sociedades que no merecen esto. Ella es una reportera gráfica del mundo actual con un medio que según Lacomba es de mérito inigualable cuando dice “ésta (Cristina) ejercita una pintura sin prejuicios. Lo cual es de agradecer, asumiendo esa “gran maquinaria de la ilusión” heredada, que es en definitiva la puesta en práctica de lo pictórico”.
La obra por tanto de arte necesita de pasar por un laboratorio donde se estudie, trabaje y exprese esta nueva visión. Huir del no lugar no es la solución, en sus quirófanos llenos de maquinaria moderna, de cables conductores esperan impecables para ser manchados a chorros de color, de vida de naturaleza viva que no muerta. Los quirófanos al servicio de la cirujana de la composición de la expresión y del sentimiento. Ojo, que lo mejor de su obra es que aparte de ser operaciones a corazón abierto, la anestesia no tiene lugar alguno en esto que se está tramando.
Su obra habla de ella por infinidad de colecciones, entre palacios en Murcia, Ayuntamientos de Málaga, o Universidad de Sevilla y Granada. Así como en países lejanos como Taiwán o más cercanos como Alemania. En ellas nos habla desde las dramatizaciones de lo cotidiano, con sus puestas en escenas en las que se muestra como protagonista, representando mundos urbanos, interiores planos y con infinidad de símbolos que nos narran historias, dignas del mejor de los tramas cinematográficos. “Todo sobre mi madre” de Almodóvar donde se está preludiando una donación de órganos, que nos conecta con la literatura de “Crónicas de una muerte anunciada”, produce escalofríos ya que, literatura, arte, cine se une de nuevo para recordarnos el “deja vu” que nos condena a situaciones en las que los seres no somos más que eso, los componentes de una historia que se nos avecina. Pero no debemos tener miedo, cuando ocurra lo más temido, nos cogerá dentro de un mundo creado por la maestría de Cristina Galeote Granados.
Sergio Cruz Pozuelo Cabezón .Licenciado en Bellas Artes e Historia del Arte. Universidad de Sevilla
Se ha presentado a sí misma con una fotografía en blanco y negro con una olla exprés en sus manos, mirando fijamente al espectador. Ésta fotografía es sin duda la mayor de las biografías de la artista antequerana. Una olla a presión, abrazada de fuego y fuerza, que espera impasible un momento. Todo está listo, todos preparados, la imagen congelada. ¿Qué pasará? ¿Quién sufrirá? Sin duda no hay pasión sin dolor, y si la obra de cristina despierta pasión es porque su lucha es contra el dolor así lo cuenta la propia artista “…fue entonces cuando me adentre de nuevo en aquel quirófano. Sus paredes de un pálido azul casi gris me hicieron sentir otra vez; no lo pude evitar…Es el automatismo lo que me hace querer tocarlo, pretendiendo olfatear su vida, esa que alivia mi herida”
Si Cristina Galeote volviera a renacer se llamaría KOBA (indomable en ruso) Cortar-curar No cabe duda de que este es el camino arteterapeutico que día a día recorre la magnífica pintora de Antequera que desde que estudiara en la facultad de Bellas Artes de Sevilla tomara como residencia esta ciudad del sur. Sur, si una cosa está clara, es que el sur forma parte de la obra de Galeote, su fuerza, su luz, y composición nos evoca esa búsqueda del drama a plena luz del día cuando la sangre es mas roja que nunca(si fuera en el norte todo sería de otro color).En palabras de la artista encontramos una desilusión provocada por el espectador pasivo que con su actitud fundamentada en “una asepsia emocional, inodoro o de sabor sombrío de color” que se encuentra totalmente desubicado en una sociedad llena de prejuicios y que se está desmoronando en su devenir a causa de normas establecidas que no se corresponde con nuevas realidades. En este espacio temporal en el que nos encontramos Galeote se encuentra preparada, su cuartel son espacios invencibles, tiene pisos francos desde donde lanza su guerrilla girl como artista clandestina de la causa pero que florece a la de ya cuando sus obras desfilan por ferias, certámenes y exposiciones por toda la geografía posible.
Cristina en esa búsqueda de la verdad absoluta, de lo puro y bello, de lo autentico no duda en cortar con su bisturí la realidad, inundada de pasividad, impregnada de melancolía absurda con el nihilismo conquistador y colonizador de sociedades que no merecen esto. Ella es una reportera gráfica del mundo actual con un medio que según Lacomba es de mérito inigualable cuando dice “ésta (Cristina) ejercita una pintura sin prejuicios. Lo cual es de agradecer, asumiendo esa “gran maquinaria de la ilusión” heredada, que es en definitiva la puesta en práctica de lo pictórico”.
La obra por tanto de arte necesita de pasar por un laboratorio donde se estudie, trabaje y exprese esta nueva visión. Huir del no lugar no es la solución, en sus quirófanos llenos de maquinaria moderna, de cables conductores esperan impecables para ser manchados a chorros de color, de vida de naturaleza viva que no muerta. Los quirófanos al servicio de la cirujana de la composición de la expresión y del sentimiento. Ojo, que lo mejor de su obra es que aparte de ser operaciones a corazón abierto, la anestesia no tiene lugar alguno en esto que se está tramando.
Su obra habla de ella por infinidad de colecciones, entre palacios en Murcia, Ayuntamientos de Málaga, o Universidad de Sevilla y Granada. Así como en países lejanos como Taiwán o más cercanos como Alemania. En ellas nos habla desde las dramatizaciones de lo cotidiano, con sus puestas en escenas en las que se muestra como protagonista, representando mundos urbanos, interiores planos y con infinidad de símbolos que nos narran historias, dignas del mejor de los tramas cinematográficos. “Todo sobre mi madre” de Almodóvar donde se está preludiando una donación de órganos, que nos conecta con la literatura de “Crónicas de una muerte anunciada”, produce escalofríos ya que, literatura, arte, cine se une de nuevo para recordarnos el “deja vu” que nos condena a situaciones en las que los seres no somos más que eso, los componentes de una historia que se nos avecina. Pero no debemos tener miedo, cuando ocurra lo más temido, nos cogerá dentro de un mundo creado por la maestría de Cristina Galeote Granados.
Sergio Cruz Pozuelo Cabezón .Licenciado en Bellas Artes e Historia del Arte. Universidad de Sevilla
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