jueves, 13 de enero de 2011

ENTRE PIEDRAS TE ENCONTRÉ, EN PLATA LAS ESTABAS ENGARZANDO


Jose María Carrasco Sala, firma la maravilla. De plata fina con piedras preciosas son las obras que este insigne maestro orfebre y diseñador de joyas realiza para la semana santa andaluza.
Si de un enigma milenario se tratase se prepara el pequeño horno, la madre, se enciende y se colocan las virutas de plata, el metal se va fundiendo y va tomando su nueva forma, es líquido pero viscoso parecido al que diera nombre al dios de los mensajes y el comercio, Mercurio. Se va calentando y humeante comienza a tomar un rojo incandescente y baila, creedme si os digo que baila.
Ya está listo puedes volcarlo sobre la matriz, y esa sensación de creerse en la ruta de la plata, de la Onuba Tartésica, Fenicia o Romana, se hace realidad.
Si me deja participar de este momento, ya se me acaba el goce de la experimentación pero crece el de la observación, y además que privilegio. Con su familiar al lado en su pequeño taller, comienza a tratar el metal maleable. Lo martillea, lo pasa por un rodillo, lo estira, crea la lamina, el hilo o la figurita que desea, engarza, estira, suelda, calienta y recalienta, tic tic de martillito fino, tic tic dejando esas marquitas con el punzón que nos recuerda el famoso “hecho a mano” que tan lejos va quedando de una sociedad consumista que necesita cada día mas plástico “made in China” para cubrir de baratija brillante sus realidades.
Nuestro querido diseñador, en su poco a poco, en su día a día va elaborando piezas, con un cariño sin igual, mira esto es para el señor … (y me dice nombres tras nombres que ya ni me acuerdo),Es que si me encargan unos gemelos quiero hacerlos personificados, el escudo de la hermandad es así o asao y entra en unas explicaciones que me hace mirarle y oírle de una forma tan cariñosa, admirándolo, deseándole que le hagan sus encarguitos, que esta tradición no muera y que las personas luzcan sus joyas en momentos especiales porque realmente son obras maestras.
Un día llega y dice mira que te traigo, y es un collar de perlas para tu hermana, gracias, otro día llega y dice, unos zarcillos (otra palabra que se nos va poco a poco) para tu madre y otro día llega y dice, una orquídea para la virgen de la Piedad, la de tu pueblo.
Gracias por tu amistad y generosidad, gracias por las cosas que haces, gracias por haberme permitido verte trabajar y hacer participado en la fundición de la plata, Gracias por los gemelos tan preciosos que me has regalado de monedas antiguas de nuestra tierra, la eterna Andalucía de aquella que caprichosa como es, le dio una vez por ser romana.

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